Garbanzos

Si tuviera que decir cuál es mi plato favorito seguramente diría que el cocido… o la olla gitana (ya aparecerá la receta). Lo que tienen en común esos platos es que el ingrediente principal es mi legumbre preferida: los garbanzos.

Podemos encontrar diversas variedades de garbanzos, el más conocido seguramente es el blanco lechoso, pero también hay otras como el castellano, el mexicano o el pedrosillano (que es bastante más pequeño).

Os aconsejo encarecidamente que utilicéis garbanzos secos: además de que podréis tener de distintas variedades, se pueden guardar durante muchísimo tiempo sin estropearse y es una opción mucho más ecológica (no más botes de vidrio) y económica.

Garbanzos

Consejos generales para cocinar garbanzos:

  • Los garbanzos secos debemos ponerlos en remojo durante 8-10 horas antes de utilizarlos.
  • Debemos tirar el agua donde los hayamos puesto a remojo, no se puede usar para cocinarlos.
  • Siempre los coceremos en agua con sal, lo que facilitará que queden más blandos.
  • Si tuviéramos que añadir agua en algún momento, tendremos que calentarla o al menos templarla previamente, si añadimos agua fría pueden quedarse duros.
  • Es normal que durante la cocción de los garbanzos aparezca espuma; la quitaremos con una espumadera antes de añadir más ingredientes.
  • Si usamos una olla rápida, el tiempo de cocción será de unos 15-20 minutos. En olla exprés tardarán cerca de una hora.

Información nutricional sobre los garbanzos:

Los garbanzos son legumbres ricas en proteínas (entre un 20/25% de su peso), almidón y lípidos, sobre todo de ácido oleico y linoleico. Constituyen además un aporte estupendo de fibra. Para hacer más completa una comida con garbanzos es importante añadir arroz o pasta, de esa manera tendremos en un sólo plato todos los aminoácidos esenciales necesarios.

Y más información sobre los garbanzos en la Wikipedia.